Lina.

Lina: 60 años al servicio de la moda flamenca

Retomar el blog, y hacerlo con moda flamenca, con una firma que ha dignificado y dado tanto a este sector, es un regalo. Desde que inauguré el blog no ha habido un año que no haya ‘posteado’ sobre ella. Siento verdadera admiración por su trabajo. Hoy escribo, con más ganas si cabe, porque Lina significa 60 años al servicio de la moda flamenca.

Sí, al servicio de lo que ahora conocemos como un gran sector del que, por cierto, beben grandes diseñadores a nivel mundial (a ver si nos enteramos de una vez). La moda flamenca genera ya no sólo riqueza y miles de puestos de empleo en Andalucía, sino cultura, artesanía, creatividad y diseño.

Cuando Lina comenzó en 1960, en su taller de la calle Salado (Triana), seguro que no imaginó que pasaría a formar parte de la historia de Sevilla y de España, ya que por su atelier han pasado reinas, princesas y aristócratas (la reina Sofía, Gracia de Mónaco –Grake Kelly-, la princesa Irene de Holanda, la Duquesa de Alba o la Baronesa Thyssen), artistas y bailaoras (María Rosa, Merche Esmeralda o Matilde Coral). También cantantes (Isabel Pantoja, Rocío Jurado, Lola Flores, Juanita Reina, Pasión Vega o Erika Leiva), bailaores (Joaquín Cortés), actrices (Pepa Flores-Marisol-, Carmen Sevilla o Rocío Dúrcal) y grandes de la moda (Naty Abascal, Ágatha Ruiz de la Prada, su hija Cósima o María León). Aparte de tantas y tantas generaciones de amantes de su trabajo artesanal y lleno de cariño.

En 2005, sus hijas, Mila y Rocío, tomaron el legado de sus padres y aportaron sus ideas, pero sin olvidar jamás lo principal y más importante: el cariño, la amabilidad, la humildad, el amor y la gratitud con la que trabajan y que ofrecen a todos los que acuden a ellas. Por eso, el desfile que hace unos días inauguró oficialmente la temporada de moda flamenca, con el que celebraron sus 60 años de historia, no podía tener otro nombre: Gratitud. Gratitud, porque eso es lo que sienten tras seis décadas vistiendo al flamenco.

La histórica Casa de Salinas de Sevilla fue el lugar elegido. Líneas clásicas, las que definen a esta casa, se mezclaron con nuevos patrones. Blanco, negro, amarillo, turquesa y rojo se unieron a grandes estampados (flores, lunares…) en tejidos como algodón orgánico, seda o Soroma (compuesto por fibra de maíz), que dan forma a volantes que hipnotizan, a blusas sensuales y a vestidos con movimiento mágico…

Tradición e innovación

30 piezas que hablan de tradición, pero también de innovación. Y que se combinan con cinturones-fajines de piel de primera calidad, de LeCoop (apuntad su nombre si no la conocéis), cuya principal característica es su versatilidad (se pueden combinar en looks urbanos, sports…); y joyas inspiradas en creaciones antiguas (línea exclusiva para esta colección) de Patricia Quero.

Si el desfile fue espectacular, la música en directo (a cargo de Rocío Galindo, Laura Rubiales, Pablo Núñez, Raúl Condón y Javier Hidalgo, Princi), terminó de llenar de duende el espacio.

Gratitud es lo que nosotros le debemos a Lina, que no deja de idear y proyecta lanzar Lina Global, inspiración flamenca para vestir todo el año. Gratitud, por dejar el nombre de Sevilla tan alto; por su saber estar, su impecable trabajo y el universo que han creado para que los demás podamos disfrutarlo.

¡Hasta pronto!

Fotografías: Blanco White Fotografía (desfile) / Archivo de la firma

Qlamenco.

Apuesta por la tradición: ‘Sí, Mantillas. Sí, Moda’

Sevilla se transforma al llegar la primavera. Los días se alargan y empieza a oler a Semana Santa, a Feria, a música, flores, tradición, a túnicas de nazareno, a estrenos de Domingo de Ramos… y a mantillas. La Asociación de Diseñadores Empresarios de Moda y Artesanía Flamenca Qlamenco apuesta por la tradición, y, por segundo año consecutivo, ha organizado ‘Sí, Mantillas. Sí, moda’ un evento para poner en valor el uso de esta prenda tan propia de Jueves y Viernes Santo.

El centro de la capital andaluza se llenó hace unos días de 15 mujeres ataviadas con mantilla para promocionar y reivindicar el uso de esta prenda, tan ligada a nuestra cultura desde hace siglos; y, a la vez, dar a conocer la labor de diseñadores jóvenes y consagrados sevillanos y andaluces, así como de distintas firmas de artesanía.

Las modelos, de la Agencia Doble Erre, recorrieron calles como Sierpes y Tetuán, Dueñas, Santa Ángela de Cruz y llenaron de negro riguroso (como marca el protocolo para Jueves y Viernes Santo) las ‘Setas’ de la Plaza de la Encarnación, ante la atenta mirada de sevillanos y turistas.

Agustín Roiz, Ana Morón, Antonio Gutiérrez, Atelier Rima, Aránega, Benjamín Bulnes, Carmen Vega, Francisco Tamaral, Javier García, José Galván, José Raposo, Loli Vera, Luis Fernández, Pedro Béjar y Yolanda Rivas fueron los diseñadores y firmas que las vistieron, según su criterio y creatividad.

Historia

Aunque el origen de la mantilla no es del todo conocido, los expertos mantienen que puede ser el velo o manto que utilizaron las mujeres como adorno y prenda de abrigo durante siglos. Pero no fue hasta los siglos XVII y XVIII cuando se convirtió en una pieza ornamental de la vestimenta femenina de la clase más acomodada (aristocracia y burguesía).

Su evolución ha estado marcada por factores sociales, religiosos e incluso climáticos. Estos últimos se han hecho visibles en el tipo de tejido utilizado para su confección. De ahí que blonda, chantilly y tul sean los más habituales en la mantilla, tal y como la conocemos hoy en día.

Para vestirla adecuadamente, la mantilla debe tener el largo adecuado a cada persona que la vista. En la parte delantera, el largo correcto será el que llegue a la altura de las manos, mientras que en la parte trasera debe estar unos centímetros por debajo de la altura de la cadera. Hay que sujetarla al vestido, de forma discreta (generalmente en los hombros), para evitar que vuele. Además, la peina que ha de elegirse debe adecuarse a la altura de quien la vista.

‘Sí, Mantillas. Sí, Moda’ ha contado con la colaboración de la Agencia Doble Erre; la Agencia de Comunicación y Marketing A Question of Retail (que dirijo junto a Esther Parejo);  Blasfor (mantillas, peinas y accesorios); Escuela de Maquillaje Cristina Rivero; y la firma de antigüedades Buhoneras.

Fotografías: Ernesto Castillo

¡Hasta pronto!

Suarez.

#RomeoyJulieta (Suarez), para amantes eternos

Baz Luhrmann dirigió la versión cinematográfica de Romeo y Julieta con Leonardo Di Caprio. El resultado, una película, que marcó a toda una generación, que aún la sigue venerando, y que ahora se vuelve fuente de inspiración para Suarez (la prestigiosa familia de joyeros españoles con 75 años de historia) para crear #RomeoyJulieta, una colección para amantes eternos.

El film es fiel al original de William Shakespeare (finales del XVI), pero juvenil, arriesgada, fresca y moderna, y con destellos propios de la cultura punk y pop, características también de esta colección, presentada hace unos días en Sevilla. Innovación, calidad y artesanía se han la mano, igual que los jóvenes amantes, miembros de dos familias rivales (Capuleto y Montesco) deciden unir sus vidas para siempre.

#RomeoyJulieta está repleta de pendientes, anillos y colgantes, en forma de pequeñas esculturas-símbolos de la obra de Shakespeare y la película: angelitos, alas, hojas de enredadera (balcón de Julieta), sellos (como los que luciría cualquier caballero en la antigua Verona), puñales, corazones atravesado por las flechas de Cupido o frascos para el veneno, que desgraciadamente toman estos amantes.

La colección se divide en dos partes. La mitad Capuleto es suave, acorde con la personalidad dulce y potente de Julieta (oro blanco), y en la que las alas que ella en la fiesta en la que conoce a Romeo se vuelven protagonistas. La Montesco (Romeo, sus amigos y su primo) tiene carácter (oro blanco y rosa) y, a veces, roza el estilo punk.

Un año de trabajo

La nueva obra de arte de Suarez (fundada en 1943 por Emiliano Suárez Faffián y con presencia en capitales como Bilbao, Madrid, Barcelona, Marbella, Valencia, Sevilla o Zaragoza, entre otras) ha supuesto casi un año de trabajo. El proceso ha sido puramente artesanal, lo que en, en muchos casos, se ha traducido en tres meses de trabajo para una pieza en concreto. Y es que muchas de ellas van talladas por delante y por detrás, en otras hay mezcla de varios tipos de oro (se hacen por partes y luego se unen)…

En la colección destacan piezas como el colgante de angelotes (se dibujó sobre una plancha de cera y a partir del ahí se talló la plancha y se esculpieron los ángeles); el colgante de corazón con alas y puñal de oro rosa (las alas se hacen por separado al ser de oro blanco); el anillo que guarda un secreto, la inscripción ‘eternamente jóvenes’; el colgante frasco de veneno (el tapón es extraíble y puede servir para guardar perfume); el colgante de la Virgen o el earcuff, inspirado en las alas de Julieta

Como en todas y cada uno de sus trabajos, la familia Suarez ha seleccionado personalmente las materias primas de #RomeoyJulieta: oro; diamantes blancos, grises y champán; zafiros rosas y azules; y rubíes.

Fotos: Suarez

¡Hasta pronto!

Lina.

Un ‘Río de Rosas’, amor y pureza by Lina1960

En la Sevilla del siglo XVI, ahora en boga por la serie La Peste, se puso muy de moda un dicho: «Quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla». Pues quien no conoce Lina1960, tampoco la ha visto. Un Río de Rosas, la nueva colección de la decana y maestra en la moda flamenca, habla de amor, pureza, respeto y admiración al traje de flamenca, la artesanía y el buen hacer.

Las rosas, esa flor que es sentimiento, belleza, sensualidad, armonía, paz y alegría, y en forma de color, una de las señas de identidad de la firma; y el río, tan importante en Sevilla (Guadalquivir), símbolo de vida, comunicación e historia, inauguraron la pasarela del XXIV Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof 2018).

Rocío y Mila Montero siguen el camino que marcaron sus padres (Francisco Montero y Lina Fernández): mimar cada detalle y apostar por la artesanía, por lo hecho a mano con pasión, delicadeza y dedicación.

Río de Rosas son 37 creaciones, divididas en dos partes: Lina Esencial, patrones y formas clásicas de la casa; y Lina Colección, tendencias y vanguardia. Por eso, hay trajes de una pieza y conjuntos de blusas de gasa, brocadas o perforadas, con encajes y flores bordadas (muy versátiles, para vestir en infinidad de ocasiones) y faldas de talle alto.

Hay escotes a la caja o en pico; mangas en forma de flor, al codo, abullonadas y rematadas con organdí, como sus enaguas (marca de la casa), adornadas con pasacintas, tiras bordadas o encaje de bolillo para aportar vuelo y prestancia. En Río de Rosas, los volantes son pequeños, medianos o maxi (asimétricos, fruncidos y tableados); hay vestidos lisos y creaciones, en los que es fundamental la mezcla de estampados, con colores lisos y lunares.

Popelín, seda, bastista…

En cuanto a tejidos (muchos, creados en exclusiva para la firma), destacan algodón, popelín, seda, batista perforada, crespón, brocado, gasas, organza, tafetán y raso de algodón. Mientras, la paleta de color va desde los clásicos rojo, blanco y negro al rosa (del palo al salmón), azul (en diferentes vertientes), verde, burdeos o beige.

En las colecciones de Lina1960 nunca faltan los mantones confeccionados a mano (lisos o bordados), que este año incorporan lazos bordados en dos colores a sus flores; cinturones y fajines, de raso o bordados en seda y acabados en lazos con madroños: ni unos buenos pendientes, en este caso aros metálicos con rosas, firmados por Benjamín Bulnes.

Fotos: Cien x Cien Estudio (campaña) / Chema Soler (desfile)

¡Hasta pronto!