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¿Sabrías cuál es tu talla real? Porque yo no…

Nos acercamos a finales de mes. La costa empieza a llamarme, pero aún sigo por aquí. Sabéis que siempre me gusta escribir de moda, ofrecer consejos, looks… Sin embargo, este post va a ser uno de los más personales que he escrito para el blog ¿Sabrías cuál es tu talla real? Porque yo no…

Parece sencillo. Pues… ERROR. Me entenderéis si leéis mi historia. Toda mi vida he luchado contra el peso. Recuerdo «las bromas» de algunos «compañeros» y «profesores» del colegio por ser gordito. El calificativo que más me dolió fue ‘bolita de queso’, regalo de una compañera muy delgada (entonces, claro) que hoy es profesora…

Mi madre, muy sabia, me llevó a un endocrino a los 10 años. Mi primera dieta, y sin tener que ponerle candado al frigorífico, como sugirió mi abuela paterna. Adelgacé, pero en la adolescencia no tuve la suerte de muchos y recuperé peso (me gusta comer, es cierto, pero me privo más de lo que la gente piensa).

A los 16 empecé con el deporte y llegué a la Universidad con una talla M-L (mido 1, 82 y soy de constitución fuerte-ancho). El turno de tarde me vino fatal y subí de peso: pasé de 110 kilos. A los 24-25 años (el amor nos deja hecho trizas a veces…) me apunté al gimnasio. Iba casi a diario y bajé más de 20 kilos, y así me he mantenido hasta que hace unos años quise cambiar mi vida, dejé el periódico y me metí de lleno, junto a Esther Parejo, en la creación de nuestra agencia.

¿Cómo podemos vender que lo importante es quererse como eres, sea como seas, y luego seguir permitiendo que nos sintamos mal con nosotros mismos por no tener una talla 38-40 y un cuerpo ‘perfecto’?

La ansiedad, la inseguridad por un nuevo proyecto… me llevaron a subir de peso, a no hacer tanto ejercicio como antes, y a engordar… Tanto, que no cabía en la mitad de mi armario. Me sentía mal, pero seguía comiendo con ansiedad, hasta que a primeros de este año mi fisioterapeuta me dijo que o me cuidaba o mis problemas de espalda empeorarían. Y en ello estoy: deporte, adelgazando… Todo para mejor, ¿verdad?

En mayo se casó mi único hermano ¿Y si os digo que me probé más de 40 trajes, de tallas que van de la 50 a la 62? En cada firma, una talla diferente, y hasta dos y tres diferentes, según el modelo… Ninguno me estaba bien: si me iba de hombros, de cintura, nada; si pasaba al contrario, de hombros, fatal; si la chaqueta quedaba bien, el pantalón era imposible…

¿Tan mal hecho estoy?

Lo pensé y lo he pensado un millón de veces ¿Cómo es posible que alguien pueda no saber cuál es su talla de verdad? Me sentí mal, muy mal, pero al final apareció el traje: una 54. «Tan mal no estoy». ¿Perfecto, verdad? Pues no…

Han llegado las rebajas, y ya con menos peso y volumen, y me he comprado varias cosas, por supuesto. Pero tengo pantalones nuevos, que van de la 44 a la 54, y miden lo mismo. Me he probado más de 15 americanas… Sólo una, talla 56-58, me estaba bien. ¿Cómo en una misma marca puede haber tres modelos de chaqueta con una talla distinta para una misma persona? ¿Cómo puede alguien tener 10 tallas de diferencia entre una marca y otra?

Hablamos de la importancia que tiene que las mujeres de tallas normales (42-44 en adelante) tengan por fin cabida en pasarelas, shootings y desfiles; de la importancia de que adolescentes y jóvenes aprendan a quererse para no caer en desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia), pero los influencers son todos musculados, esculturales… Y luego, encima, salimos a comprar y nos encontramos con problemas como el que he tenido…

¿A qué jugamos? ¿Cómo podemos vender que hay que quererse como eres y seguir permitiendo que nos sintamos mal por no tener una 38-40 y un ‘cuerpo perfecto’? ¿Qué hace falta para despertar de una vez y empezar a actuar de otra manera?

Sólo sé que como yo hay miles de personas que se sienten mal al ir de compras; que creen que tienen un problema y luchan hasta la saciedad contra su peso, aguantando críticas, risas y bromas pesadas… Y todo porque no se piensa, de verdad, que hay que hacer patrones para todo tipo de personas, para todos, y no sólo para un grupo en concreto…

¡Hasta pronto!

Galvañ.

Essai: invitadas y novias con fuerza, by José Galvañ

Hace tiempo que no pasaba por aquí (junio nos ha tenido a full) y no quería irme de vacaciones (hay que reponer energía, pero aún me quedan una semanas para ello) sin presentar en el blog Essai, colección con la que el diseñador malagueño José Galvañ debutó en SIQ, Sevilla Handcraft & Fashion, pensada para invitadas y novias con fuerza, con mucha personalidad y que huyen de todo lo habitual en este sector.

Essai proviene del francés y significa ensayo, prueba, experimento o intento. Galvañ se ha tomado este nuevo trabajo como una prueba, pero como una prueba con él mismo, y con gran responsabilidad hacia el público.

Ha dejado aparcado a un lado sus orígenes flamencos, el lenguaje con el que sabe expresarse tan bien sobre los escenarios o las pasarelas (es bailaor y diseñador profesional), para caminar por un sendero completamente nuevo para él.

Este trabajo, su debut en SIQ y en lo que a novia e invitada se refiere, está compuesto por 16 diseños exclusivos (12 piezas de invitada-noche-fiesta y cuatro, de novia), en los que no hay ni un atisbo de lunares, volantes o flecos.

Por el contrario, el diseñador de origen malagueño, pero afincado en Sevilla, creador de vestuario de diversos espectáculos flamencos y de colecciones tan aclamadas como Torremolinos 75 (SIMOF 2019), ha experimentado con líneas puras y formas geométricas, jugando con sensualidad, belleza y feminidad.

Verde y berenjena

Sus invitadas optan tul, crepe, seda, organza y lentejuelas. Además, su paleta de color va del verde, al malva, pasando por berenjena, morado, negro y plata. Las novias, nada que ver con las tradicionales y clásicas, apuestan por estampados monocolor (tipo Príncipe de Gales blanco, por ejemplo); por faldas y blusas; por monos sofisticados, que se lucen con sobrefalda de tul y tocados que hacen volar la imaginación a una época en la que Jackie Kennedy fue la musa.

Essai no estaría completa sin las fabulosas creaciones de Agustín Roiz (tocados) y de Lamágora (pendientes con formas geométricas, espejos…). Sorprendió por su elegancia, por su saber estar y por su originalidad. José Galvañ puede estar más que orgulloso.

Fotografías: JÚCARO

Look.

7 propuestas (ellas) para vestir ‘de calle’ en la Feria

Feria de Sevilla significa ambiente, risas, colorido, baile, días que se convierten en noches inolvidables… y mucho trabajo. Pero me comprometí con vosotras (con mi amiga María Tejera, entre otras) a presentar ideas para acudir al Real, sin vestir de flamenca, así que ahí van 7 propuestas para ellas para vestir ‘de calle’ en la Feria de Sevilla.

Son 7 y no diez, como con los chicos, porque el tiempo apremiaba. No obstante, he intentado que mi labor de investigación en redes (en Instagram), para contar con imágenes y ejemplos, haya sido variada, y que los looks escogidos no sean para nada complicados.

Blusa. Una blusa de mangas abullonadas, de satén o seda, lisa o con estampado (lunar, flores, setentero…); con pantalón claro u oscuro (desde culotte, a talle alto y entallado o palazzo); chaleco, blazer o mantón (¡sacadlos a la calle!, no perdamos también esa tradición), clutch y sandalias o salones, como el look que luce Mariola P, es buena elección.

Flores. Hablan de primavera, de alegría, por eso están siempre presente en moda flamenca, y fuera de ella. Margarita de Guzmán opta por un vestido de líneas sencillas, pero en el que cobran protagonismo las mangas, y lo combina con unas sandalias de color para embellecer aún más.

Lunares. Sí a los lunares (no topos), más esta semana, ya sea en forma de mono, de falda (midi, lápiz o de tablas), camisa, pantalón… o vestido largo, con inspiración flamenca, como el de Gloria Gómez de León. Si le sumáis un collar de cristal o piedras, brazalete, bolso (cartera o de cadena) y sandalias (la altura del tacón, el que mejor aguante cada una, que la Feria es muy larga), mucho mejor.

Maxifalda. Lisa o estampada, con top lencero (se han convertido en un auténtico básico del armario femenino) de color (cuanto más vivo, mejor), bomber de lentejuelas (¿por qué no?) y clutch, como Nuria Cabrera. La cazadora la podemos sustituir por kimono, chaqueta…

Mono. Pantalón y camiseta-top del mismo tono o un mono, pero vestido camisero a modo de abrigo, con o sin cinturón para enmarcar cintura, zapatos de tacón y bolso pequeño (de mano). El outfit de Araceli Vera puede ser otro ejemplo.

Rayas. Si son en forma de traje sastre o dos piezas lenceras, mejor aún. Marina Rubalcaba es un claro ejemplo de que un look sencillo, son bolso de cadena y tacón, puede ser espectacular.

Vestido. En Sevilla decimos que «nos producimos» para Feria, porque sacamos del armario lo mejor que tenemos (desde joyas de la familia, a bolsos, zapatos…). Esther Parejo opta por vestido rosa con detalles dorados (puede ser también vestido camisero, cruzado, de botonadura…), sandalias de un tono similar, pendientes maxi y cartera en tono vivo para resaltar el outfit. Con mantón, bomber, chaqueta de flecos…

Fotografías: proceden de los perfiles oficiales de cada blogger o instagramer.

¡Hasta luego!

Mérida.

El Vals de Ulises Mérida

Cuando escuchaba un vals, mi mente volaba a a grandes salones, donde parejas vestidas de gala bailaban composiciones como el archiconocido Danubio Azul (Johann Strauss). Eso era antes, vals cobra ahora un nuevo significado: el Vals de Ulises Mérida en la 69 Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, su colección otoño-invierno 2019-2020.

El diseñador toledano ha combinado moda de autor y artesanía, inspirándose en las coreografías de las parejas que bailan el vals, que giran sobre su propio eje, fusionando delicadamente las levitas de los caballeros con los vestidos de las damas. Así, ha creado prendas ligeras que arropan a la mujer, pero sin ocultar su figura.

Su máxima es la búsqueda del equilibrio entre sutileza y solidez, lo que logra mediante el juego de patrones y tejidos: gazar de seda, satén, gasa y tul, pero también paño de lana, punto grueso, telas enceradas y enormes lentejuelas rectangulares. Vals mantiene algunos tonos de la última colección de Mérida (morado o amarillo), pero introduce otros como naranjas y rosas, verde seco o azul marino intenso. Esta misma gama cromática es el hilo conductor de los complementos, piezas de artesanía, que completan los looks pensados por el toledano.

Sus trajes de chaqueta son perfectos; y se entremezclan con culottes o pantalones con caída, combinados con tops y blusas de tul. Las creaciones para noche tienen como premisa la comodidad y facilidad de movimiento, pero pueden ser considerados piezas de joyería, gracias a los detalles en hombros y cuello, que los hacen únicos. Hay vestidos de satén y paño de lana o punto, que, en función de cómo se combinen, los hacen perfectos para diversas ocasiones; abrigos con aire oriental…

Las creaciones de Mérida se unen a los bolsos de mano, con forma de media luna, ideados por Mapi Sanz, de The Lunch Bag, una firma de corte minimalista, caracterizada por su comodidad, practicidad y estética. Y con las llamativas armaduras de Marcelo Vilá, que sirven de accesorio (elaboradas con materiales sostenibles y técnicas de impresión 3D) y reproducen un torso guerrero para reivindicar la fuerza e independencia de la mujer de Mérida.

Mules especiales

El calzado es uno de los ingredientes más cuidados de sus colecciones. En esta ocasión ha trabajado con Ana Marttin. Ha tomado prestado uno de los modelos clásicos de su firma (los Minori) para idear sobre ellos una nueva silueta de líneas marcadas y porte firme, fabricados en piel flor y ante.

Asimismo, Mónica Corvera ha creado colgantes, anillos y brazaletes de formas orgánicas, piezas de latón bañado en oro de 24 quilates que sujetan piedras de Cosentino. Oro y piedra natural, materiales que se utilizan en sectores tan dispares como la construcción y la joyería, una manera de simbolizar la versatilidad de los diseños de Mérida y el carácter de las mujeres que los lucen.

Por su parte, Piedad de Diego ha realizado varias piezas en piel de zorro Silver, tintadas en morado, amarillo, verde seco y azul tinta, como complemento a algunos modelos.

Fotos: Ulises Mérida

Méndez.

METAMORPHOSIS, la evolución de Mónica Méndez

Hace frío, pero en Sevilla empieza a oler a albero, a baile por sevillanas… Enero y febrero son los meses de la moda flamenca por excelencia y ya empezamos a ver las tendencias que se pasearán en Real de la Feria. Mónica Méndez lleva más de 20 años en el sector. Empezó muy joven y, a pesar de las dificultades, ha logrado mantenerse en lo que le gustaba, sorprendiendo cada año. La VII pasarela We love flamenco acogió la presentación de su último trabajo. METAMORPHOSIS, la evolución de Mónica Méndez, ha tenido una gran acogida.

La colección, muy versátil, por contar con diseños que pueden perfectamente pasar por elecciones tops para eventos que nada tienen que ver con ferias y romerías, incorpora elementos de tendencia, como el corte midi, cuerpos de corsetería, flecos, encajes, transparencias y mangas estructuradas, junto a líneas más clásicas.

METAMORPHOSIS se inspira en la flamenca que toda mujer siente en su interior desde la niñez a la madurez. Esa transformación es la que ha inspirado su trabajo, su hilo conductor y su nombre. Y es que METAMORPHOSIS es el proceso biológico por el cual un animal se desarrolla desde su nacimiento hasta la madurez, por medio de grandes cambios estructurales y fisiológicos. Tal es el cambio que experimenta una niña hasta convertirse en mujer, y la evolución que Mónica Méndez ha experimentado desde sus primeras flamencas hasta las actuales.

Blanco, negro, lunar…

La paleta de color va desde el blanco al negro, pasando por colores neón y tonos vibrantes, que se mezclan en los estampados y lunares. Encajes, puntos elásticos y batistas muy ligeras con lunar devorado se unen a prints exclusivos creados para la firma en esta colección, en la que se aprecian líneas y toques de los años 70, 80 y 90 del pasado siglo, de rabiosa actualidad.

En METAMORPHOSIS Hay faldas con vuelo, con y sin volantes; faldas de encaje o de flecos anchos; corpiños con maxiflecos; blusas con volantes o con mangas románticas; conjuntos de dos piezas; vestidos de corte midi, con bolsillos; vestidos camiseros… Se puede elegir. El problema es escoger un solo modelo…

«La idea es que cada flamenca se sienta, además de guapa y única, cómoda, de ahí que los tejidos que utilizamos se adapten al cuerpo y al movimiento de la mujer», explica la propia diseñadora.

Los diseños de Mónica Méndez se completan con los accesorios diseñados en exclusiva por la firma sevillana Lamágora, que ha rescatado piezas antiguas de bisutería y creado otras en la misma línea, entre lo vintage y lo pop, tomando como punto de partida el dorado, las formas geométricas y las tachas grandes. Y algunos con sombreros de ala ancha, de la firma Azahara (Fuengirola, Málaga).

La modelo, blogger e instagramer Martina Mera fue la encargada de abrir y cerrar el desfile.

Fotos: We love flamenco

Look.

10 looks perfectos para vestir esta Navidad (ellas)

Diciembre me encanta. Es un mes precioso: volvemos a ser niños, más que nunca. Pero también es súper estresante: todo de golpe, sin tiempo para estar en siete sitios a la vez y sin parar de comer, merendar o cenar. No obstante, me encanta, porque supone estar, mucho más, con gente que merece la pena. Y como celebrar conlleva vestirse para la ocasión, aquí va la segunda parte de los 10 looks perfectos para vestir esta Navidad, esta vez para ellas.

Abrigo. Los abrigos y cazadoras «peluche» son top esta temporada. Con jeans, camiseta básica blanca, slippers (zapatos bajos) y bolso mediano quedarán estupendos. O sustituye jeans por pantalón de lana, de color, por supuesto.

Ante. Las faldas de piel y ante marrón (o pantalones) han regresado. Combínalas con jersey-blusa, abrigo, botas altas y bolso negros.

Cuello  alto. Los maxi jerseys de cuello alto abrigan mucho y tienen mucho estilo. Con falda de lentejuelas, sandalias y clutch, mejor que con vaqueros.

Jersey. Oscuro, con pantalón a juego, azul marino, por ejemplo, y botas camel. Solo hay que añadirles pendientes o pulseras y abrigo.

Lencero. Los vestidos lenceros no pasan de moda y son muy elegantes, sobre todo con sandalias. Si le sumamos un maxi cárdigan de lana, con detalle en mangas o solapas, más cool aún.

Paillettes. Una falda de paillettes no solo hay que combinarla con top de seda o blusa blanca. Busca un jersey fino o sudadera del mismo tono (el más parecido al de la falda) y crea un look que te recordará a capitales como Nueva York.

Palazzo. Pantalón de pierna ancha, con gran caída, de lana o terciopelo, y de color verde, azul, rojo… Con camiseta básica (blanca o gris, por ejemplo), chaqueta, stilettos, cuñas o botas, como queráis.

Rayas. Las diplomáticas siempre han sido elegantes. Si es en forma de traje sastre, más. Solo el pantalón, con jersey blanco de ochos, y maxibolso acolchado, también lo es .

Tablas. Una falda de tablas, con jersey de cuello alto, chaqueta con cinturón y abrigo.

Total look. Falda de vuelo, blusa y cazadora del mismo color (burdeos, rojo, verde, negro, dorado, azul…) es una opción sensacional.

Fotos: Pinterest y Unplash